Abandonar cansancios

Siento comodidad en mi pequeño departamento cuando el silencio opaca el ruido de afuera, sin música de fondo más que el chillido de las bisagras de la ventana, consecuencia de la corriente de aire chocando contra las mismas y las hace golpear contra la pared. Uno, dos..., cuento las veces que rebota la ventana por el efecto de acción y reacción. Llevo contando cerca de 20 minutos.

Mi pequeño refugio es cómodo "La vida es una sola", y permanezco acostada sobre el suelo, dejando que ella me pase. A veces, a lo lejos me percato de las bocinas de los vehículos de la avenida siguiente. Usualmente cuando cuento el golpeteo de la ventana, mi cerebro, como un proceso automático hace que deje de oír las bocinas y centra su atención en lo primero. "La vida es una sola", me levanto y termino de tomarme el café que para este momento ya está frío.

Se sienten tan reales los anhelos de recuerdos que nunca sucedieron, "recuerdos futuros" solía llamarle con la esperanza de que alguna vez se hicieran reales. No quedaron más que en la memoria ficticia de lo que alguna vez fue. No, de lo que pensé alguna vez sería.